ANECDOTARIO DEL GGG(Anecdotas y personajes)
Veladas Gastronómicas Romanas (I)
-Esta noche estamos invitados a una cena de romanos y yo no sé que más…, expresiva frase, a la que respondí algo así: “...no soy yo de muchos alcauciles y menos de noche y fuera de la época de vigilia”. Cateta interpretación de lo que era una velada, organizada dentro del Plan Turístico de la Ruta Bética Romana, para disfrutar de “Los Placeres de la Mesa Romana”, donde fuimos invitados por la delegación municipal de Turismo, junto a ilustres gastrónomos como P. Monforte.
-La cocina romana alcanzó un alto nivel, siendo los cocineros considerados artistas, que utilizaban siempre productos mediterráneos (olivo, vid y cereales), así como salsas especiadas y miel. Legumbres, verduras, pescados y frutas, completaban la dieta festejada con carnes en días señalados. El comedor (Sala del Triclinium) era también lugar donde se establecían relaciones sociales, debates y ceremonias.
-Nos reunimos para cenar, allá por 2008 en el conocido “chalet de Casanova” de toda la vida y nos coronaron con laurel y mediante una tirada de dados, se eligió a los Arbiter Vivendi, encargados de decidir el número de veces que se debía beber, previo brindis y que obligaba a levantarse en cada ocasión. Nuestra mesa comandada por los ilustres Casto Palacios y Geño Barea, brindó hasta la saciedad o sea cienes de veces, con la lógica consecuencia de que terminamos “casi colocados y muy cansados…”, al igual que el “cruzado don Romualdo” en su paseo playero (“…casi sin un duro y medio tirao…”).
-Antes de entrar en la CENA ROMANA en sí, comentar que fue acompañada de vino de rosas y vino tinto, con escaso cuerpo y buen aroma, mientras que en la sobremesa sirvieron el llamado Mulsum o vino mielado caliente, que gustó más que los previos.
Continuará